30 de septiembre de 2006

Mochaladas 6

Amar debería ser obligatorio. Claro que entonces no sería amar.

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Mochaladas 5

Tan absurdo como tener complejo de superioridad por ser de un país, es tenerlo de inferioridad por ser de otro.

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26 de septiembre de 2006

Mochaladas 4

Ya es bastante complicado encontrar las preguntas como para además querer dar con las respuestas.

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24 de septiembre de 2006

Mochaladas 3

Tienes que creer que lo conseguiremos, Leoncio.

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Mochaladas 2

Yo soy yo, y mis circunstacias son mis circunstancias.

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23 de septiembre de 2006

Mochaladas 1

Lo queramos o no, hay tiempo para todo.

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12 de septiembre de 2006

El sentido de la vida

No sé si la vida tiene un sentido verdadero . Sé que la mía lo habrá tenido, una vez que llegue mi final, si he dejado un buen recuerdo en aquellos a quienes quise.

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8 de septiembre de 2006

Así lo quiero

Dispongo de una hora para escribir lo que me dé la real gana. La verdad es que me siento libre, capaz de comenzar frases, como ésta, de una manera vulgar. Y no me importa. ¿Que qué hago? Sentirme como uno de uno de tantos que graban sus vídeos para luego colgarlos de Internet. Supongo que lo que hago principalmente es exhibirme. Que no les gusta, pues no lean. Siéntanse libres por una vez y hagan exactamente aquello que les pida el cuerpo, y si eso es limpiarse el culo con este escrito bienvenido sea. ¿Que no tengo nada que decir? Supongo que todos tenemos algo que decir. Algo que bien contado puede entretener lo suficiente como para hacernos pasar un buen rato. Ahora mismo podría esconderme en teorías y no atreverme a contar nada. Podría inventarme una mentira. Y llevar mis palabras en una dirección cómoda, como todos hacemos en la vida sin saber por qué, pero sí sabiendo que nos conviene. ¿Quieren que les cuente cómo me siento? Supongo que hasta ahora mi forma de escribir les habrá dado una idea al respecto, así que olvídemonos de eso hasta más adelante. Soy marciano. Nací en Marte, o al menos así me lo dijo mi padre cuando cumplí los dieciocho. Vivo con ese convencimiento, y con el deseo de ver alguna vez las tierras que me vieron nacer. ¿Se lo han creído? Por supuesto que no, y ahora es cuando meto el chiste o la trampa, que sin embargo es cierta. De las dos afirmaciones, la falsa es que quiera volver a Marte. Más allá de que el hombre aún no ha llegado a descubrir la manera de posar a sus ingrávidos gordinflones en el planeta rojo, sí, meto una respuesta de programa concurso de la tele para darme la oportunidad de llamar mi lugar de origen de dos maneras distintas y así no resultar redundante. Pues lo que decía, que más allá de las dificultades físicas para mi regreso, no me interesa volver allí. Nada se me ha perdido que sepa y nada me interesa en estos momentos salvo contarles la historia que me ocupa. Nadie en las calles del barrio en mitad de una tarde de agosto, salvo un par de repartidores de hielo y gatos negros compitiendo por quien sube al tejado más alto sin caerse. Solo en mi casa, disfrutando de un partido de baloncesto en la televisión. La línea del teléfono sin dejar de sonar y yo que no lo cojo por temor a que sea el casero y unas ganas locas de salir del sórdido ambiente en el que me siento. Una bicicleta plegable que convierto en utilizable ajustando un par de llaves y mis pies dando pedales al cabo de unos minutos por un paseo rojo que promete conducir a un mago que bien puede ser de Oz o también de Algete por el estado del suelo. Gentes que salen a pasear de forma irregular y sus perros atados a la correa. Nubes que pasan y ruidos de coches. Estoy completamente cansado. Hacía tiempo que no andaba en bici. La dejo apoyada en una fuente y bebo ayudándome de una mano. Y nada más. ¿Ustedes esperaban algo más? Es ahora cuando dicen que bien se podrían haber limpiado el culo al principio cuando les apeteció. ¿Por qué no lo hicieron? Esa pregunta hágansela ustedes. Yo hice lo que quise en todo momento, y si me pareció suficiente salir de la absoluta soledad a un sitio lleno de gente, fue porque soy así de marciano. ¿O es que no se lo había avisado al principio? Vaya un abrazo. Y un beso, ya que estoy.

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Primer paso

Mi compañera de oficina me está mirando y ve a un vago. Hace unos días veía a uno en potencia. Es mayor, y sabe más el diablo por viejo que por diablo. Le dedico ésta mi primera entrada, y sí, Charo, sí, la próxima será desde casa, que tengo que leer el períodico, mejorar mi record de buscaminas y cotillear en donde siempre a la hora que tú sabes, antes de salir del trabajo. No sé por qué lo llaman así.

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